Cuando "esencia" rima con "emoción", comunicar su identidad de marca se convierte en una cuestión de olfato. Así que averigüemos cómo éstas pueden transformar los entornos y dar a su empresa o negocio una huella inconfundible.
Numerosos estudios confirman que el olfato es el sentido más evocador porque toca las áreas emocionales y experienciales del cerebro. De hecho, las esencias actúan a nivel inconsciente en el sistema límbico, el área del cerebro que controla las emociones, el estado de ánimo y las conductas. De esta manera, las esencias involucran a las personas sin que lo noten, pero aun así desarrollan una experiencia sensorial única y duradera.
Además, gracias a su capacidad para permanecer impresos en la memoria durante más tiempo que otras experiencias sensoriales, tienen un fuerte poder evocador. Un recuerdo agradable produce espontáneamente vínculos emocionales: por ejemplo, la memoria humana puede almacenar más de 10,000 aromas pero solo 200 colores diferentes.
Varias investigaciones de neuromarketing han revelado que los aromas son excelentes medios de comunicación, porque crean un recuerdo inolvidable de una experiencia positiva. Como resultado, el redescubrimiento de un aroma vinculado a una experiencia particular despierta las mismas emociones que experimentamos en esa ocasión. Por estas razones, el olfato es el sentido más explotado para construir una estrategia de marketing multisensorial efectiva.